Este año viene conmemorándose en Palencia el octavo
aniversario de la universidad que en esta ciudad tuvo sede y la cual dicen es la
primera universidad española, como puede verse
en el anagrama colocado en la rotonda que da acceso a la parte
septentrional de la ciudad, pero,
¿verdaderamente la primera universidad española
estuvo ubicada en Palencia?
Para tratar de dar respuesta a esta pregunta
conviene previamente hacer un análisis histórico de la evolución de lo que hoy
en día consideramos “universidad”, y en primer lugar se debe explicar cuál es
origen del término universidad como tal.
La palabra universidad procede del término latino
“universitas” que deriva del adjetivo
UNIVERSUS-A-UM cuyo significado es "todo","entero" o
"universal", el cual a su
vez procede del término UNUS-A-UM que
significa "uno".
El latín medieval comenzó a utilizar este término
para designar a un gremio o asociación de personas relacionado directamente con
le enseñanza y el saber.
La primera universidad de la que se tiene noticia a
nivel mundial era la ubicada en China en torno al año 2.200 antes de Cristo.
En el año 388 antes de Cristo Platón funda en Atenas
la escuela filosófica conocida como La Academia de Atenas.
En el siglo V surgen las denominadas escuelas
Nestorianas al mismo tiempo que las escuelas de enseñanza superior persas y
árabes comienzan a trasladarse desde oriente hasta occidente.
Estas escuelas se dedicaron al estudio y traducción
al árabe de textos clásicos griegos.
En Europa las primeras universidades comienzan a
aparecer en torno al año 1150 surgiendo
primero como escuelas catedralicias y convirtiéndose ya en el siglo XIII en los
llamados Estudios Generales.
Las primeras
escuelas catedralicias que se
convirtieron en universidades
estaban ubicadas en Francia, entre ellas se pueden destacar
la de Chartres.
En el
año1088 aparece la Universidad de
Bolonia.
En Inglaterra en torno a 1086 aparece la
universidad de Oxford, mientras que la de Palencia pasa a ser considerada universidad
en el año 1212.
Sin embargo
apenas se ha mencionado nada de otros lugares en España en los que también se
llevaba cabo la labor de estudio y
transmisión de información, en concreto nada se ha dicho de las universidades
existentes en la España ocupada por los árabes.
España fue
invadida por los musulmanes en el año 711 y se mantuvo bajo su dominio hasta el
fin de la reconquista con la toma de la ciudad de Granada en el año de 1492 ya
durante el reinado de los Reyes Católicos.
Poco se ha
dicho de la importancia que durante este periodo de tiempo tuvo el estudio en
todo tipo de materia científica por parte del mundo árabe.
Gustave
Le Bon,
autor de la obra “La Civilisation des Arabes” en el año 1.884, afirmaba que:
“Los árabes fueron los que aportaron a Europa lo que ignoraba en el campo de
los conocimientos científicos, culturales e inclusive filosóficos. Fueron ellos
los que establecieron para Europa las bases para la edificación de su
civilización moderna. El mundo debe testimoniar este favor a los árabes”.
El escritor inglés del siglo
XVIII Daniel Defoe afirmaba en una de
sus obras “que el legado dejado por los griegos no fue aprovechado por los
romanos, sin embargo, los árabes lo aprehendieron, lo cultivaron, lo mejoraron
y lo desarrollaron para entregarlo realizado a la edad moderna…”, y reconoce
que “los árabes son en verdad los maestros de Europa en todos los campos del
conocimiento humano”.
En el discurso del presidente del parlamento de
Cantabria con motivo de la celebración del Estatuto de Autonomía en el año 2010
se cita lo siguiente “Parece seguro, señor rector, que ciertas
entidades oficiales, destinadas a la enseñanza de los conocimientos más
preciados y al entrenamiento de los jóvenes para el relevo generacional,
existían ya en la antigua China, 2000 años antes de Cristo.
Con uno u otro nombre, vestigios de estos establecimientos aparecen también en las demás civilizaciones. En Europa, la primera institución de este tipo se estableció, al parecer, en Córdoba en el siglo VIII. Con unos rasgos que la Universidad ha mantenido hasta el día de hoy: La acumulación del saber heredado en grandes bibliotecas, la comunidad dialéctica de maestros y estudiantes; la búsqueda del rigor y la incorporación paulatina del método experimental a la construcción del conocimiento.
Fue en Córdoba precisamente, y en el siglo VIII, donde surgió por primera vez en Europa la fórmula de incorporar un hospital a la investigación y a la docencia científicas.”
Con uno u otro nombre, vestigios de estos establecimientos aparecen también en las demás civilizaciones. En Europa, la primera institución de este tipo se estableció, al parecer, en Córdoba en el siglo VIII. Con unos rasgos que la Universidad ha mantenido hasta el día de hoy: La acumulación del saber heredado en grandes bibliotecas, la comunidad dialéctica de maestros y estudiantes; la búsqueda del rigor y la incorporación paulatina del método experimental a la construcción del conocimiento.
Fue en Córdoba precisamente, y en el siglo VIII, donde surgió por primera vez en Europa la fórmula de incorporar un hospital a la investigación y a la docencia científicas.”
El escritor español Velasco
Ibáñez en su obra titulada “ En la sombra de la catedral” cita textualmente “el
renacimiento en España no provino de las tribus bárbaras del norte, se
introdujo desde el sur, con los árabes… era una hazaña civilizadora,
más que una conquista…, así se
introdujo en nuestro país una joven cultura fuerte y vigorosa que contó con los
diferentes elementos del progreso rápido y espectacular que triunfó apenas
nacida”, “… entre el siglo VIII y el siglo XV, se inició y se desarrolló la más
bella y rica civilización en la Europa de los siglos medievales. Mientras los
pueblos del norte se enfrascaban en una exterminadora guerra religiosa y se
comportaban como tribus bárbaras, la población española del califato remontó a
treinta millones de personas. Dentro de esa explosión demográfica se conjugaban
y se entremezclaban todas las sectas y las religiones con un pluralismo sin
límite, situación que produjo
un avance social muy fuerte…
dentro de este crisol fértil de pueblos y de etnias convivían en paz todas las
ideas, las costumbres y los inventos que se lograron hasta entonces sobre la
tierra, las artes, las ciencias, las industrias y todos los viejos sistemas.
Del contacto y transculturación de los di referentes elementos se lograron
potencialidades creativas”, formando parte también de esa misma obra la
siguiente afirmación: “La seda, el algodón, el café, el limón, la naranja, las
granadas todas provenían de Oriente, con estos forasteros (árabes), igualmente
las alfombras, los tejidos, las telas, los minerales, la orfebrería y la
pólvora. Con ellos también llegó el cálculo decimal, el álgebra, la química, la
medicina, las ciencias sociales e igualmente la poesía rimada. Los filósofos
griegos, a punto de ser olvidados encontraron su salvación acompañando a los
árabes en sus conquistas” y termina Velasco Ibáñez: “Aristóteles, ocupaba el
trono de la famosa Universidad de Córdoba”.
Es en este texto donde ya se hace
referencia a Córdoba, la misma ciudad que a día de hoy continúa siendo una de
las capitales de provincia de Andalucía, por lo que esto comienza a pensar qué
tipo de universidad podía haber ya en
esa ciudad andaluza en tiempos de la invasión árabe de la península Ibérica.
Fue en el siglo VIII cuando en el Califato de
Córdoba comenzó a surgir lo que Velasco Ibáñez menciona en su texto como
“universidad de Córdoba”. Allí enseñó e investigó Abul Qasim Al Zahrawi,
conocido también como Abulcasis, nacido en el año 936 de nuestra era, uno de
los cirujanos más influyentes considerado el padre de la cirugía moderna. Muchos
estudiantes de medicina acudían a él para aprender. Fue el autor de la
enciclopedia al-Tasrif formada por treinta volúmenes en los cuales recopiló sus
conocimientos médicos y farmacéuticos. Esta obra es pionera al describirse en ella
por primera vez la hemofilia y su origen familiar. Creó numerosos instrumentos
quirúrgicos, como es la silla gestatoria y fue el primero en usar hilo de seda
en las operaciones. Destacó también en el campo de la odontología, siendo capaz
de alinear dientes, reparar piezas y reponerlas.
Otro de los personajes más importantes del mundo
científico cordobés durante el Califato fue Maslama ibn ahmad al-Mayriti de
origen madrileño, fallecido en Córdoba en el año 1007, destacó en las ramas de
las matemáticas y la astronomía, siendo discípulo en Córdoba Abd al-Gâfir ibn
Muhammad especializado en geometría.
Sus estudios e investigaciones se llevaron a cabo
en el entonces palacio/residencia de Madinat al-Zahara, donde todo lo
relacionado con conocimiento científico estaba organizado en dos ramas: por un
lado la rama astronómica-matemática destacando en ella con mucha notoriedad
Maslama, y por otro lado la rama física-botánica-médica al frente de la cual se
encontraba Abulcasis.
Maslama adaptó las tablas astronómicas del
matemático oriental al-Jwarizmi al
meridiano de Córdoba, resituando la “Cúpula de Arin” (centro del mundo) en
Córdoba, comenzando a ser utilizadas para la realización de los cálculos astrológicos y dándolas a
conocer en el occidente cristiano.
Maslama fue su vez el autor de un tratado sobre
el astrolabio, conservándose aún a día de hoy una copia del mismo traducida al
latín en la biblioteca del Monasterio de El Escorial. El astrolabio era el
instrumento de cálculo más utilizado por astrónomos que permitía resolver gráficamente cuestiones
relacionadas con el movimiento del sol y de las estrellas fijas, así como
problemas de astrología esférica.
Otra de sus obras es la conocida como “La
Distinción del Sabio”, en el cual explicaba métodos aplicables a la obtención
de metales preciosos de mayor pureza hablando por primera vez del óxido de
mercurio de gran utilidad en tiempos posteriores, y demostró por primera vez el principio de
conservación de la masa atribuido ocho siglos más tarde al químico francés Antoine Lavoisier.
Alumno de Maslama fue Abu I-Qasim Asbag Ibn
Muhammad b al-Samh al-Mahri también conocido por Ibn al Samh, nacido en el año
979, quien destacó como matemático, astrónomo, médico y gramático y el cual creó
a posteriori en Granada su propia academia en la que enseñaba matemáticas y
astronomía. Una de sus obras más conocidas es el “Libro de los
planetarios”, la cual más tarde fue
mandada traducir por Alfonso X El Sabio y sirvió como base de la obra titulada
“Libro de los instrumentos de las láminas de los siete planetas”.
En el siglo X hay referencias en las que se afirma que durante la época del
Califato de Córdoba se editaron miles de libros que se encontraban ubicados en
sesenta bibliotecas. La biblioteca del califa al-Hakam llegó
a tener 400.000 volúmenes de lógica, astrología, medicina, matemáticas,
gramática, poesía, historia, religión y derecho pero fue saqueada por orden de
Almanzor.
Por lo tanto, ¿se puede hablar realmente de que la primera universidad de
España estuvo ubicada en Palencia?
La universidad árabe existente en Córdoba supera 4 siglos a la antigüedad
de los conocidos Estudios Generales de la capital palentina, pero surge otra pregunta relacionada directamente con
qué es lo que se conoce como España.
España proviene del término latino Hispania, empleado por los romanos para
referirse a todo el territorio que abarcaba la península Ibérica, y a su vez el
término Hispania proviene del vocablo fenicio i-spn-ya, vocablo que ya aparece
documentado desde el segundo milenio antes de Cristo, por lo que el territorio
que hoy en día constituye el territorio nacional español ya era nombrado de una
manera muy similar a la actual (i-spn-ya/España).
Hay que tener en cuenta que en el
siglo XIII España no existía como tal, sino que era un conjunto de cinco reinos: Reino de Navarra, Corona de
Castilla, Corona de Aragón, Reino de Granada y Reino de Portugal.
Palencia estaba ubicada dentro del territorio que abarcaba la Corona de
Castilla, y por lo tanto, sí que se puede decir abiertamente que los Estudios
Generales fueron al precedente de lo que más tarde pasó a ser reconocida como
universidad, pero no primera universidad de España, sino primera universidad de
la Corona de Castilla.
En todo caso, si consideramos hoy en día el territorio nacional, se pudieran
diferenciar dos culturas muy diferentes a lo largo de la historia, la cultura
árabe y la cultura cristiana, y sería mucho más conveniente decir que la
primera universidad española cristiana
fue la de Palencia, pero en ningún caso olvidando que 4 siglos atrás
existió en Córdoba la que puede ser considerada la primera universidad árabe en territorio español, y por lo tanto,
el monumento ubicado en la Avenida de Madrid de la capital Palentina donde se
dice textualmente “Palencia 1ª universidad española” no hace honor a la
verdad de la historia de nuestro pasado.
Referencias:
Referencias:
- Discurso del presidente del Parlamento de Cantabria. Día del Estatuto año 2010
- La universidad en el siglo XIX- Antecedentes, por Gpe. Abigail Rodríguez Romero
- Wikipedia. Córdoba.
- Centro virtual de divulgación de las matemáticas. Real Sociedad de Matemática Española. Ibn al Samh
- Medicina árabe por el Dr. Jorge Cárdena Arévalo
- Presencia árabe en la cultura universal (siglos VIII-XV) por Raimundo Kabchi
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