Quizás hayan podido pasar desapercibidos, pero si nos
situamos en la Plaza de la Inmaculada y miramos hacia la torre de la bella
desconocida, podemos ver que justo antes de comenzar la balaustrada, bajo los
dos pináculos laterales, se aprecian las figuras de dos unicornios, ambas
simétricas, que parecen mirarse el uno al otro, como culminación de la colosal
altura de la torre de la catedral de Palencia.
Unidos a ambos animales mitológicos, y con miradas
totalmente opuestas, se encuentran dos esqueletos completos tallados también en
la misma piedra:
Como se puede apreciar en las anteriores imágenes, el
desgaste ocasionado por el agua y el viento sobre las piedras originales de la
torre de la catedral se aprecia mucho más que en la de estas gárgolas,
evidencia de que las mismas fueron añadidas a la estructura y al diseño
original de la torre.
El hecho de que desde lo alto nos vigilen dos unicornios se pudiera considerar en un principio una simple anécdota, sin embargo recordé algo de una similitud sorprendente.
Se trata de un sello babilónico publicado por E. Soldi en el año
1.874 en el cual dos unicornios alados protegen y guardan al árbol de la vida o
árbol sagrado, y esto me hizo de inmediato hacer una comparación entre ese
sello y la imagen que muestra la parte superior de la torre de la catedral de
Palencia: cada uno de los pináculos de la torre posee elementos decorativos en
forma de hoja (Crochet) de tal manera
que en su conjunto dan la sensación de constituir las hojas de un árbol, de forma que produce la impresión de que la
imagen de ese sello se repite en la parte superior de la torre de la catedral
palentina.
Sello babilónico publicado por E. Soldi |
En el catálogo de la
colección Crecq vuelve a aparecer entre los sellos más antiguos que forman parte de ella, uno en
el que se vuelve a representar la misma escena, dos unicornios protegiendo al
árbol de la vida:
Colección Crecq |
Éste último sello data de la época del reino de Sargón I
situado en la antigua Acadia (Baja Mesopotamia) teniendo una antigüedad de unos
4.200 años.
De igual manera y de forma mucho más clara se muestran en el siguiente dibujo realizado
a partir de la impresión de un antiguo sello asirio dos unicornios de nuevo
posicionados exactamente igual enfrentando sus miradas y protegiendo en esta
ocasión a un ser alado.
Este sello fue publicado
por Perrot and Chipiez y su antigüedad ronda los 3.700 años:
Resulta sorprendente que una escena tan similar se encuentre
representada en nuestra catedral.
Saber si se trata de una mera coincidencia o si realmente se ha pretendido representar esa escena es algo que sólo pueden decirnos los que diseñaron la colocación de las gárgolas y los pináculos que se alzan sobre la torre de la Plaza de la Inmaculada.
Saber si se trata de una mera coincidencia o si realmente se ha pretendido representar esa escena es algo que sólo pueden decirnos los que diseñaron la colocación de las gárgolas y los pináculos que se alzan sobre la torre de la Plaza de la Inmaculada.
Es curioso el dato y quizás vaya encaminada la cosa ya que la iconografía bebe mucho de todos los elementos culturales con los que se construyó el cristianismo. En cualquier caso no te quepa duda porque nunca los símbolos son puestos al azar y mucho menos en el templo.
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